Overclocking es un término en inglés que se traduce literalmente como
“sobre el reloj” y se usa en el mundo de la informática para describir el proceso de
aumentar la velocidad del reloj de componentes como el CPU (procesador) y el GPU (procesador gráfico) para que corran más rápidamente de lo que fueron diseñados para funcionar.
La idea con el
overclocking es que el componente pueda hacer
más operaciones cada segundo aumentando su rendimiento sin tener que comprar uno nuevo de una gama más alta. Esto producirá más calor, por lo que se necesitará usar más sistemas de enfriamiento y otros cuidados para evitar que se quemen. En muchos casos, si no se hace bien el proceso de
overclocking se podría disminuir la cantidad de tiempo de vida de los componentes electrónicos.
Overclocking del CPU
El CPU y otros componentes del ordenador vienen preconfigurados para correr a una velocidad máxima y funcionar correctamente sin ningún problema, siempre que se le esté asistiendo con el enfriamiento adecuado. Sin embargo, esta “velocidad máxima” no es una limitación en la mayoría de los casos porque
se puede aumentar cambiando la tasa del reloj a través de la BIOS, forzándole a que haga más operaciones cada segundo.
En consecuencia,
el CPU será mucho más rápido, haciendo que todo el ordenador funcione con más velocidad en todo lo que hace, pero que al mismo tiempo se producirá más calor, por lo que
va a necesitar enfriamiento adicional, un paso ultra necesario en el proceso de
overclocking para evitar que el componente acelerado y los demás a su alrededor se dañen o que funcionen de forma inestable mostrando pantallazos azules o reiniciando el cordenador sin sentido.
¿Por qué querría hacer overclocking a mi PC?
Es obvio que las ventajas de
overclocking suenan maravillosas: el ordenador funcionará más rápidamente por menos costo. Sin embargo, hoy en día no es una actividad que sea muy practicada porque no se notaría mucho la diferencia en la mayoría de las tareas de un usuario normal porque los componentes que traen los portátiles y los PC de escritorio nuevos son más que suficiente para usar Microsoft Office, navegar en Internet y editar vídeos o imágenes.
Donde más se ve esta práctica es entre la comunidad de gamers, pero los CPUs modernos son tan rápidos que funcionan muy bien con la mayoría de los juegos. Además, muchos juegos del presente están limitados por la tarjeta gráfica y no por el CPU.
Las desventajas de overclocking
Cuando decides que vas a hacer
overclocking a un CPU, estarás anulando la garantía que tenías de este componente porque es algo que no deberías hacer según el fabricante. Por otro lado, la cantidad de calor que genera el CPU aumentará considerablemente, lo que será letal para él si no es controlado con el enfriamiento adecuado. Esto quiere decir que
si tratas de ahorrar un poco de dinero evitando comprar un CPU más potente y haciendo overclocking, es posible que pierdas el dinero si no lo cuidas aún más invirtiendo en un sistema de enfriamiento potente que lo mantenga a una temperatura adecuada.
Además de esto, cuando se es novato con esta práctica, lo más frecuente es que se cree un sistema completamente inestable que presentará errores de todo tipo y reinicios molesto. Si aún se quiere experimentar haciendo
overclock, lo ideal es aumentar la velocidad del reloj poco a poco y comprobar si aún sigue estando estable. Al mismo tiempo se deberán colocar siempre más formas de mantener frío el CPU.