Rusia vuelve a las máquinas de escribir para evitar el ciberespionaje

Nuestras comunicaciones electrónicas están intervenidas, de eso no cabe duda. ¿Qué se puede hacer para evitarlo? En Rusia lo tienen claro: volver al pasado.
El gobierno quiere comprar 20 máquinas de escribir para redactar informes secretos y prevenir así que puedan ser interceptados por agencias de espionaje extranjeras o hackers.
No serán máquinas comunes claro. Cada una de ellas dejará una marca única en el papel que se emplee para que, en caso de filtración, sea posible saber la fuente de la que proviene.
«A raíz de las filtraciones a WikiLeaks, el caso Snowden y las recientes revelaciones sobre espionaje en las cumbres internacionales hemos decidido volver a explorar la idea de usar documentos impresos en papel», asegura una de las fuentes.
El plan, en cualquier caso, estaba sobre la mesa del gobierno ruso desde hace un año, pero los recientes acontecimientos han precipitado su implantación.